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Hoy queremos compartir contigo una iniciativa inspiradora que hemos puesto en marcha recientemente para los empleados del Grupo MASMOVIL y que seguro que puede servirte de "trampolín" para coger impulso y afrontar tus próximos retos.
Esta iniciativa de la que te hablamos son las MAStalks, o lo que es lo mismo, Ciclos de Conferencias Internas inspiradoras sobre management, desarrollo personal y profesional, positivismo, innovación, cultura corporativa y digitalización, entre otros temas. En definitiva, aprender para transformar.
En esta primera sesión tuvimos la suerte de charlar con Ladislao Mollá, Socio Fundador del grupo MRC International People Training, quien lideró la charla titulada “Lo Fuerte que eres”, una de las MAStalk dirigidas a los empleados del Grupo MASMOVIL.
Tal como él mismo nos cuenta, Ladislao se considera un apasionado de la vida y su motor principal consiste en relacionarse con las personas y...
Durante la sesión, Ladislao nos habló sobre la fortaleza personal y cómo puede ayudarnos a afrontar las adversidades. “La vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia”, destacó. Tras el coloquio, estuvimos charlando con él para conocerle un poco más en profundidad. Sigue leyendo sus reflexiones, son de gran utilidad...
Acompáñanos a conocerle más en esta entrevista:
Teniendo en cuenta que la inteligencia emocional, de forma muy resumida, se define como la capacidad de gestionar las emociones propias y las de los demás, en un buen desarrollo profesional se debe dar un adecuado equilibrio entre la dimensión intrapersonal e interpersonal. Ambas son igualmente importantes aunque, dependiendo el ámbito en el que uno desarrolle su carrera profesional, una dimensión será más relevante que otra. La primera dimensión, la intrapersonal, incluye capacidades como el autocontrol, el autoconocimiento y la automotivación, que son muy importantes para perfiles más técnicos como puede ser el de un ingeniero o un investigador, mientras que la segunda dimensión, la interpersonal, incluye herramientas tan importantes como la empatía, asertividad, el trabajo en equipo y el resto de habilidades sociales que, sobra decir, son claves en perfiles como el de un comercial, un profesor o un médico.
Ahora mismo las habilidades digitales básicas son imprescindibles para cualquier profesional. Yo esto lo equiparo hoy a manejarse en inglés. Hace años era un valor añadido, pero ahora ya a los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, se asume que tienen buen nivel de inglés -como el valor en la milicia-, de forma que el valor añadido está en manejarse en un segundo idioma como pueden ser el alemán o el chino. Concretando más qué conocimientos considero esenciales, yo diría que todos aquellos que están en el campo de las habilidades con los datos como saber navegar, saber encontrar información así como saber evaluar la calidad de estos datos. También veo muy necesarios conocimientos en el área de la seguridad, como habilidades de seguridad en los equipos, seguridad de la información, protección de la identidad digital, y todo lo que tenga que ver con habilidades colaborativas digitales, como trabajar y saber compartir de manera digital elementos, archivos, etc.
Si están bien utilizadas, nos ofrecen unas ganancias en eficiencia y eficacia tremendas. Gracias a ellas se puede teletrabajar en sincronía y acelerar mucho los tiempos de todo tipo de procesos. Además, permite la comunicación instantánea desde cualquier lugar del mundo. Oportunidades yo diría… infinitas.
Estas dos dimensiones de la conducta humana, la actitud (el querer) y la aptitud (el estar preparado, el poder) influyen y mucho en los resultados que obtenemos. Pero influyen en medida muy distinta según hablemos de una o de otra. Si relacionamos la actitud con el concepto de inteligencia emocional y la aptitud más con la inteligencia cognitiva, hace ya muchos años en EE.UU. el Consorcio para la Investigación de la Inteligencia Emocional en las Organizaciones, midió el porcentaje de influencia de estas dos dimensiones concluyendo que nuestros resultados en la vida se deben en un 77% al cociente emocional y sólo en un 23% al intelectual. Pues nos valen estos dígitos para hacernos a la idea de lo mucho que influye en la persona su actitud, como vemos muy por encima de lo que influye su aptitud.
Considerando que lo que estamos viviendo es un cambio en nuestras vidas como seguramente nunca antes nadie de nosotros antes habíamos vivido, y que la resiliencia es inevitable relacionarla con fuertes cambios que de vez en cuando se dan en nuestras vidas -muchos de ellos traumáticos-, claro que el futuro de toda organización va a depender de la capacidad de resiliencia de sus trabajadores.
Pongo un ejemplo en el ámbito del deporte que creo ilustra esto muy bien. Yo me he preguntado en alguna ocasión -y no soy el único- que cómo es posible que una selección como la de Croacia, un país con sólo 4 millones de habitantes, pueda destacar en tantas disciplinas deportivas a nivel de selección (fútbol, baloncesto, waterpolo, etc.). Pues en un reportaje que pude ver muy interesante que hablaban del tema, la explicación pasaba precisamente porque la generación que ahora está ganando tantos títulos, son los entonces niños en su dramática Guerra de los Balcanes de los años 90, y que por necesidad desarrollaron una enorme capacidad de resiliencia. Por concluir y volviendo al mundo de la empresa que es el que nos compete, sin lugar a dudas, organizaciones con trabajadores resilientes, afrontarán con muchas más posibilidades de éxito situaciones como la que actualmente estamos viviendo.
En primer lugar yo diría que, en lo profesional, haciendo una profunda reflexión sobre lo vivido en esta crisis -tan única para todos-, y sacar conclusiones de mejora con respecto a los frentes en los que más “desprevenido” a uno le haya pillado (dominio de herramientas de teletrabajo, trabajo en la nube, seguridad informática, etc.).
Para esto es fundamental estar en un proceso permanente de formación, aprendiendo nuevas herramientas que permitan a la vez tener la flexibilidad y preparación necesaria para saber afrontar el cambio que todo “embiste” conlleva.
En lo personal, yo destacaría tener una alta y también permanente capacidad en el control del estrés. No podemos tomar buenas decisiones cuando estamos estresados, así que previo al “embiste” necesitamos tener un adecuado equilibrio en la gestión de nuestras emociones.
Hablar de transformación del entorno laboral actual es hablar de transformación digital, transformación que a su vez necesita un sólido soporte que es precisamente el que nos aportáis las empresas de telecomunicaciones. Así que sin duda creo que, frente a otros sectores, vosotros sois uno de los principales protagonistas en este gran cambio que estamos viviendo. Sin una buena “telecomunicación”, casi se pararían sectores como el del transporte, el de la seguridad o incluso el financiero en el que las oficinas desde hace años han ido dejando paso a la gestión digital.
Nos despedimos de Ladislao no sin antes darle las gracias por estos pensamientos.
Nos vemos en la próxima reflexión inspiradora de nuestras conferencias "MAStalks" porque cambiando la manera de pensar podemos cambiar nuestras vidas.